
Significación: Nacional
Categoría de Manejo: Parque Nacional
Fecha de Creación: 2002
Administración: Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna, Pinar del Río
Estado Legal: En proceso de Aprobación por el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba
Superficie: 26.250,00 hectáreas, de ellas 2.041 terrestres y 26.250 marinas.
Se ubica al Sur de la provincia de Pinar del Río. Distrito llanura sumergida e islas de San Felipe-Los Indios. Se accede solo por vía marítima desde los puertos: La Coloma que se encuentra a una distancia de 18 millas náuticas de Cayo Sijú, donde radica la administración y la Estación Biológica del área protegida. Desde puerto meridional Batabanó, Mayabeque; puerto de Nueva Gerona, Isla de la Juventud; y desde los sitios turísticos: Centro Internacional de Buceo Hotel Colony y Centro Internacional de Buceo María La Gorda. El grupo de islas y cayos se denomina San Felipe, en honor al rey Felipe II de España; mientras el nombre del más occidental Juan García es el recordatorio de un piloto de la Nuestra Señora de las Bergoñas, que naufragó en el área, pero se desconoce su paradero.

Geomorfología.
Se considera que la geomorfología de este grupo de islotes y cayos conforma una incipiente llanura costera cársica-pantanosa, independiente del resto de la isla por fallas locales no definidas, que la separan al norte noroeste de la depresión que ocupa la ensenada de La Coloma y al noreste de la depresión de Batabanó y la zona septentrional de la Isla de la Juventud. Presenta una altitud promedio de 0,7 msnm, con una altitud máxima de 2,5 msnm, con ligero basculamiento sur-norte, que acentúa la presencia de una barra emergida, desde la cual se expanden varias sumergidas hacia el noroeste.
Valores Naturales.
Alrededor del 60 % de la superficie terrestre está cubierta por mangle, con representación de las 4 especies reportadas para Cuba: mangle rojo (Rhizophora mangle), prieto (Avicennia germinans), patabán (Laguncularia racemosa) y yana (Conocarpus erecta).

Se documenta además la presencia de más de 66 especies de plantas, ubicadas en 35 familias. El Área Protegida presenta subespecies endémicas de la fauna, especialmente reptiles y aves, como el chipojo de Cayo Real (Anolis luteogularis sanfelipensis) y el correcosta o culebrina (Ameiva auberi sanfelipensis); entrelas aves el juan chiví (Vireo gundlachii sanfelipensis) y carpintero jabao (Melanerpes superciliaris sanfelipensis). En los diferentes cayos se pueden observar poblaciones de iguanas (Cyclura nubila) en buen estado de conservación.



La zona marina incluye manglares, seibadales y arrecifes, 3 ecosistemas de alto valor ecológico y económico. Posee varias especies de corales y esponjas, una ictiofauna con alrededor de 200 especies y excepcionales fondos con más de 20 sitios aprobados para la práctica del buceo, así como playas con arenas blancas y aguas de gran transparencia. Estas últimas propician que cada año aniden en el área más de 200 individuos, pertenecientes a las especies de quelonios: tortuga verde (Chelonia mydas), caguama (Caretta caretta) y carey (Eretmochelys imbricata). Constituyen también áreas importantes para la nidificación de la gaviotica (Sternula antillarum).
En la cercanía de los cayos se pueden avistar mamíferos marinos como el manatí (Trichechus manatus) y la tonina (Tursiops truncatus). En los fondos marinos se practica principalmente la pesca del crustáceo langosta espinosa (Panulirus argus).



Durante un tiempo, dirigimos un equipo de inquietos y apasionados investigadores en torno a la belleza y estado natural de esos mágicos cayos que a pesar de estar relativamente cerca de los depradodores humanos se han mantenido impecables.
Eso nos llevó a crear la estación biológica en La Coloma y un ambiente favorable en toda la comunidad de la protección de esos cayos y sus codiciadas poblaciones de animales y plantas , algunas de ellas exclusivas de esos cayos.
La batalla de José Rivera Rosales en la busqueda infructuosa de la Jutia de San Felipe, sirvió para decubrir muchas cosas de esas maravillas del sur de Pinar del Río. Esta idea desde donde estemos la seguiremos apoyando, ahora se despierta un gran interes en los nuevos investigadores. Roberto Trujillo López.
Muy bonita su anécdota Roberto y muchas gracias por su contribución a la conservación del Medio Ambiente, gracias por su apoyo desde donde se encuentre.